Helicobacter Pylori
Más de alguien ha escuchado este nombre, a veces difícil de recordar. Se trata de una bacteria, con forma de bacilo y que tiene un flagelo que le otorga movilidad y que tiene la capacidad de sobrevivir al ambiente extremadamente ácido del estómago. Se clasifica también dentro de las gram negativas.
Coloniza la superficie del epitelio gástrico ocasionando una gastritis crónica activa que se caracteriza por ser asintomática, por lo cual muchos de nosotros podemos estar contaminados con esta bacteria sin saberlo, siendo la primera infección en la infancia, con el riesgo de generar en edad adulta enfermedades digestivas como dispepsia, úlcera péptica, cáncer gástrico y linfoma.
La prevalencia a nivel mundial de infección por H. Pylori alcanza a más de la mitad de la población infectada, es decir estamos hablando de > 4 mil millones de personas. Se observa que está disminuyendo en países occidentales y disminuyendo en jóvenes6. En nuestro país la prevalencia ha ido disminuyendo. Algunos estudios muestran porcentajes distintos de prevalencia utilizando técnicas también distintas en los últimos 20 años. Datos de 2018 nos señalan una prevalencia en torno al 30% de la población.7
¿Cómo prevenir? Los investigadores no están seguros de cómo se propaga la H. pylori. Piensan que se puede diseminar por alimentos y agua sucios, o por contacto con la saliva y otros fluidos corporales de una persona infectada. Dado que puede propagarse a través de alimentos y agua contaminados, es posible que pueda prevenirla con las siguientes acciones: 8
• Lavarse las manos después de usar el baño y antes de comer
• Comer alimentos preparados adecuadamente
• Beber agua de fuentes limpias y seguras
Algunos ensayos clínicos han evaluado el efecto de los probióticos en los adultos y niños colonizados.
Sus resultados indican que en general los probióticos no erradican al H. pylori pero disminuyen la densidad de la colonización, manteniendo niveles más bajos de este patógeno en la mucosa gástrica;
En asociación con tratamientos con antibióticos, algunos probióticos aumentaron las tasas de erradicación y/o disminuyeron los efectos adversos producidos por estos fármacos.
Por otra parte, las propiedades antioxidantes y anti-inflamatorios ejercidas por los probióticos podrían estabilizar la función de barrera gástrica y reducir la inflamación de la mucosa.
El tratamiento es variado, basado en antibióticos y antiulcerosos. Además, actualmente las Guías de la Organización Mundial de Gastroenterología recomiendan el uso de algunos probióticos como terapia coadyuvante para erradicar H. Pylori.9