Es un trastorno mental severo, que se caracteriza porque la persona presenta cambios de ánimo y niveles de actividad extremos, poco comunes.
Pueden pasar de tener una exaltación del ánimo (sentirse muy felices) y con un aumento de la vitalidad (siendo muy activos) a lo que se denomina manía; a sentirse muy tristes con un descenso de la vitalidad y actividad que se denomina depresión.
Entre ambos episodios de manía y depresión, la persona frecuentemente esta con un estado de ánimo normal.
Las causas de este trastorno pueden ser genéticas o puede haber una tendencia familiar o presentar anomalías estructurales de las funciones del cerebro.
A diferencia de otros trastornos afectivos la incidencia es similar entre ambos sexos; generalmente se presenta a finales de la adolescencia e inicios de la edad adulta; y generalmente dura toda la vida.
El diagnóstico y tratamiento lo realiza un médico con experiencia y entrenado en el manejo de la salud mental, generalmente los pacientes acuden al médico en su etapa depresiva y debe diferenciarse si se trata de un episodio de depresión puro o de un trastorno bipolar ya que el tratamiento y pronóstico es distinto.
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