Febuxostat
Comprimidos recubiertos
Cada comprimido recubierto contiene:
Febuxostat | 40 mg |
Excipientes: Lactosa monohidrato, celulosa microcristalina, croscarmelosa sódica, povidona, dióxido de silicio coloidal, óxido de hierro amarillo, estearato de magnesio vegetal, hipromelosa, macrogol, talco, dióxido de titanio.
Tratamiento de la hiperuricemia crónica en pacientes con gota, en situaciones en las que ya se ha producido deposición de urato (incluyendo antecedentes o presencia de tofos y/o artritis gotosa).
La dosis usual recomendada es:
Adultos: 40 a 80 mg una vez al día. La dosis inicial recomendada es de 40 mg una vez al día, que podría ser aumentada en base a la determinación de los niveles de ácido úrico en la sangre. Si es necesario, el médico podrá determinar al inicio del tratamiento con Febuxostat, una terapia concomitante con un antiinflamatorio no esteroidal o colchicina, para prevenir las exacerbaciones de las crisis de gota.
Niños y adolescentes: No se recomienda el uso de este medicamento.
En pacientes ancianos, pacientes con disfunción renal leve o moderada y pacientes con disfunción hepática leve o moderada: No es necesario el ajuste de la dosis (ver dosis de adultos).
Este medicamento se debe administrar por vía oral con la ayuda de un vaso de agua, junto con las comidas o alejadas de ellas. Administrar la dosis indicada a intervalos regulares, no usar más cantidad, con mayor frecuencia ni durante más tiempo que lo prescrito por el médico. Es importante no interrumpir el tratamiento, salvo por indicación médica. Si se olvida una dosis tomarla lo antes posible, no hacerlo si falta poco tiempo para la dosis siguiente y seguir la pauta regular de dosificación.
Se han descrito interacciones con los siguientes medicamentos: Mercaptopurina, azatioprina, teofilina, warfarina.
El uso de este medicamento puede producir las siguientes reacciones adversas, se recomienda consultar con el médico si ocurre cualquier efecto adverso que sea molesto, persistente o severo, haya sido o no mencionado:
Más frecuentes: Resultados anómalos de las pruebas hepáticas, náuseas, dolor de las articulaciones, erupción cutánea, mareos.
Menos frecuentes: Aumento de peso, aumento del apetito, diabetes (cambio del nivel de azúcar en sangre), problemas de erección o pérdida del apetito sexual, dificultad para dormir, entumecimiento o sensación de hormigueo, dolor de cabeza, somnolencia, alteración del sentido del gusto, reducción del sentido del tacto, anomalías del ECG, sofocos o rubor, aumento de la presión sanguínea, tos, dificultad respiratoria, síntomas de tipo gripal, sequedad de la boca, dolor o malestar abdominal o gases, ardor de estómago o indigestión, estreñimiento, deposiciones más frecuentes, vómitos, picazón, urticaria, inflamación o pigmentación alterada de la piel, calambres musculares, dolores musculares, sangre en la orina, micción anormalmente frecuente, cálculos renales, reducción de la función renal, fatiga, edema.
Raros: Palpitaciones, debilidad, nerviosismo.